El primer día del penúltimo mes del año, Evo Morales y sus bases cruzaron una línea que les ha desfavorecido en el conflicto que se inició hace casi tres semanas y que le ha llevado a cambiar de estrategia. Los cocaleros del Chapare tomaron tres unidades militares acantonadas en el Trópico, los bloqueadores de Parotani, el punto más complicado del cierre de caminos, retrocedieron ante un operativo combinado y finalmente, la tarde de este viernes, el líder del MAS pidió a sus bases considerar la declaratorio de un cuarto intermedio para “evitar un baño de sangre”.
“No queremos el derramamiento de sangre. Siempre hemos buscado un diálogo sincero. Pido al Pacto de Unidad y al Estado Mayor del Pueblo considerar el cuarto intermedio en el bloqueo de caminos. Mientras tanto, nosotros nos declararemos en huelga de hambre. Para ello, el gobierno debe replegar a todos los efectivos militares y policiales”, dijo la tarde de este viernes Morales, en una rueda de prensa.
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Morales hizo el anuncio luego de que el Presidente del Estado, Luis Arce, denunció ante la comunidad internacional que “grupos armados a fines a Evo Morales han tomado por asalto tres unidades militares en el Trópico de Cochabamba, reteniendo como rehenes a militares y a sus familias, y amenazando sus vidas, siendo que ellos no intervienen en ningún operativo, solo están resguardando sus unidades”.
El asedio a las unidades militares y policiales e instituciones públicos se inició el pasado domingo, cuando Morales denunció que un operativo policial intentó acabar con su vida en la carretera a Lauca Ñ. Aseguró que camionetas con personal policial sin identificación le atacó con armas de fuego y que luego de ello huyeron a la Novena División del Ejército.
La denuncia hizo que grupos a fines suyos presionen en el recinto militar para que les entreguen dos camionetas que fueron posteriormente quemadas. Desde entonces, el asedio de los evistas contra los uniformados se fue intensificando. Ingresaron al cuartel policial antidroga Umopar, tomaron rehenes y luego, como denunció Arce, intervinieron en tres unidades de las Fuerzas Armadas, que este viernes anunció que dichos actos serán considerados traición a la patria.
De hecho, la alcaldesa de Villa Tunari, Segundina Orellana, exigió a los uniformados pedir que no se intervenga los bloqueos y que ellos se unan a la protesta evista. “Dígales a los superiores por favor que no larguen bala en Parotani, nuestras mamás, nuestros hermanos están en los bloqueos. (…) Con mucha madurez el coronel se ha comprometido (a no alzar armas) y siempre le hemos dicho que se sume con su pueblo”, dijo Orellana.
Mientras tanto, en la localidad de Parotani, ubicada en la carretera de Cochabamba a Oruro, la Policía Boliviana, con respaldo de grupos de militares, llevó adelante el desloqueo del camino en este sector, que ha sido el más afectado por la movilización de los evistas.
El operativo combinado tuvo resultados positivos. Al cabo de siete horas, la policía logró desbloquear el puente. El saldo parcial de la operación son 25 personas detenidas y 10 heridos, según los reportes preliminares de la Policía y personal de salud.
En ese contexto, Evo Morales, quien en la mañana había enviado una carta pública a Luis Arce cuestionando la movilización policial y militar, anunció que solicitaba a sus bases que consideren la declaratoria de un cuarto intermedio.
“Mientras tanto, nosotros nos declararemos en huelga de hambre. Para ello, el gobierno debe replegar a todos los efectivos militares y policiales. Además, pedimos que se instalen dos mesas de diálogo para tratar los temas económicos y políticos. Debe parar la persecución y la represión”, demandó Morales.
El martes reciente, en un mensaje a la nación, el presidente del Estado demandó la inmediata suspensión del bloqueo de carreteras.
