Vía Los Tiempos |
A casi un año del conflicto por la construcción del muro de la estación, unas 12 familias del Bloque “C” continúan en la avenida Barrientos, atrapadas entre las paredes de la antigua estación de trenes de San Antonio y la fila de casetas de los comerciantes.
Las viviendas sólo tienen cinco salidas improvisadas hacia la Barrientos: dos son garajes y tres casetas de comerciantes que cedieron el espacio en septiembre del año pasado. Los vecinos deben compartir las salidas y circular a diario por pasajes estrechos, precarios y oscuros de no más de dos metros ancho pasa salir a la calle.
El representante de las casas afectadas, Frank Ponce, explicó que aguardan la asesoría de sus abogados.
En septiembre del año pasado, la Unidad Técnica de Ferrocarriles (UTF) construyó un muro para delimitar la propiedad de la antigua estación y la ampliación del tren metropolitano, por lo que cerró las entradas que utilizaban los propietarios, porque son predios del Estado. Entonces, la Alcaldía anunció que coadyuvaría para llegar a alguna solución y así evitar conflictos con los comerciantes. A casi un año del muro, la situación no cambió.
La regularización de sus documentos sería una salida para las viviendas, pero los propietarios denunciaron que desde hace dos décadas que se enfrentan con diferentes trabas, porque la mayoría es hijo o nieto de los adjudicatarios, extrabajadores de la Empresa Nacional de Ferrocarriles.
El jefe de División de Urbanismo de Subalcaldía Adela Zamudio, Ahmed Uriona, explicó que los vecinos tienen un derecho de propiedad global de 4.970 m2, pero no con el derecho individual en Derechos Reales. El sector intentó realizar este trámite, pero fue rechazado porque no cumplen con los requisitos técnicos, como colindancias y el proyecto de urbanización. Agregó que la última reunión fue en 2023 y no se avanzó ni tampoco presentó una nueva documentación.