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Existen denuncias y contradenuncia por avasallamientos en la zona de Incachaca, comunidad cercana a la carretera nueva a Santa Cruz.
En dÃas anteriores, Raúl Orihuela denunció haber sido vÃctima de avasallamiento y desalojo de su propiedad. Dijo que perdió 28 alevinos, que le sacaron las tuberÃas de oxigenación de agua y, por eso, registró pérdidas en su producción piscÃcola.
Respaldado por la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC) y la Confederación Agropecuaria Nacional, exigió que las autoridades hagan respetar el derecho a la propiedad y a la actividad productiva.
Sin embargo, ayer, un grupo de personas hizo una contracusación, asegurando que Orihuela es quien avasalla un terreno que no le pertenece.
Yolanda Lagraba de Zelaya se identificó como propietaria de 33 hectáreas de terreno y aseguró que otorgó autorización a comunarios para utilizarlo.
“Yo he dado permiso a ellos, como dueña, para que vivan, que disfruten del terreno”.
Aseguró contar con documentos judiciales, agrarios y civiles. Denunció que los comunarios son quienes, contrario a la anterior denuncia, sufren agresiones y destrucción en sus sembradÃos.
“Él no vive ahÃ. Era hijo de la que le vendió a mi padre (…). Él no tiene nada, ni un metro; su madre vendió su acción a mi padre”.
Uno de los comunarios negó que haya habido actividad piscÃcola y rechazó todas las acusaciones vertidas en dÃas anteriores. Dijo que ahà viven 40 familias.
Aseveraron que las autoridades serán quienes asuman decisiones en torno a este problema.