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A 19 días del asesinato de los esposos Juan Claure S., de 69 años, y Rufina Justina Ayala C., de 68, ocurrido el pasado 28 de junio en su hacienda situada en la zona de Vinto Chico de Cochabamba, las hijas de los fallecidos salieron al paso, suplicaron a las autoridades y medios de comunicación no hablar de parricidio y aseguraron que su hermano mayor, investigado por este delito y recluido en el penal de Sebastián de forma preventiva, es inocente.
“Estamos indignados por todas las cosas que se dicen (…) Juan Carlos es una persona intachable, de buen corazón, que amaba a mis padres, adoraba a mi madre, para Juan Carlos lo más importante era mi mamá. Todos los días él pensaba en todo de mi mamá, adoraba a su familia, adoraba a sus hijos”, aseveró, Nancy Claure Ayala, una de las hijas.
Los esposos Claure Ayala eran reconocidos en el plano local cochabambino como prominentes empresarios de una planta de papel higiénico. También eran accionistas de Industrias Agrícolas de Bermejo (IABSA), en Tarija. Tras su asesinato, Carlos C.A., el hijo mayor de Juan y Rufina, quien dirigió la empresa de papel de sus padres; y, su amigo, Jorge M.G. fueron enviados al penal de San Sebastián investigados por los delitos de parricidio y encubrimiento, respectivamente.
DETALLES
La hija de la pareja relató que un día antes del asesinato, el 27 de junio, los esposos se encontraban en la ciudad de La Paz y un día después, el 28, llegaron a Cochabamba para ver su empresa.
Añadió que la pareja pretendía retornar a la sede de Gobierno el día siguiente para participar de su cumpleaños. “En vez de que estar conmigo ese día yo tuve que venir aquí a velar a mis padres el día de mi cumpleaños”, lamentó. A ello se suma que Juan Carlos tenía pensado viajar para asistir a la graduación de su hija.
“Cómo pueden pensar que un hijo va a matar a sus padres en el día del cumpleaños de su hermana, de la graduación de su hija”, señaló al respecto, tras suplicar a las autoridades de “no hablar de un parricidio”, cuestionó una de las hijas.
RESPETO
En la misma línea, otra de las hermanas, Carminia Claure, pidió “respeto” y “prudencia” al referirse al caso como un presunto caso de parricidio. “Nosotros somos cuatro hermanos que hemos sido criados con los mismos valores que mis padres nos han dado. No creemos que nuestro hermano mayor Juan Carlos, que ahora consideramos nuestro pilar, haría semejante cosa”, expresó en medio del llanto.
Por su parte, la defensa legal de la familia catalogó de “precipitada” la imputación de Juan Carlos, en base a lo que llamó elementos insuficientes del Ministerio Público.
GERENTE
Ayer, el fiscal departamental Osvaldo Tejerina dio a conocer una hipótesis preliminar del móvil del crimen, el cual da cuenta de probables “malos manejos” al interior de la empresa de propiedad de la pareja.
“Se habla de que habría habido unos malos manejos dentro de la empresa la cual eran propietarios las víctimas y que este hubiera sido uno de los móviles esenciales”, informó, Tejerina, tras que la reserva del caso fuera levantada.
Al respecto, una de las hijas indicó que Juan Carlos es gerente general de la papelera Vinto de propiedad y “lo sigue siendo”. Precisó que comenzó a trabajar hace más de 25 años con sus padres. “Juan Carlos hizo la marca, hizo la fábrica”, enfatizó.
APUNTAN A TRABAJADOR
Sobre Fernando A., de 57 años de edad, trabajador de la empresa de los esposos asesinados y que fue atropellado en la avenida Albina Patiño, cuando se dirigía al velorio de ambos, la hija desmintió que fuera el hombre de confianza de sus padres.
En contraposición, la defensa legal detalló que producto de allanamientos a su domicilio encontraron dos prendas de vestir “una camisa a rayas y pantalón con manchas rojizas”.
También encontraron dos vehículos en cuyo interior se encontraron manchas rojizas. Estos vehículos serán sometidos a pruebas de quimioluminiscencia mañana miércoles.
“Fernando A., nunca ha sido una persona que lo quería. Mi papá miles de veces nos dijo a nosotros que Fernando nos estaba robando, nos dijo que Fernando nos estaba robando y no solamente nos dijo a nosotras, dijo a toda la familia y le reclamó a él en la empresa: ‘Fuera de mi empresa, usted nos está robando, es un ladrón’, relató, la hija.
Precisó, incluso, que la madre le comentó que Fernando A., ya no trabajaba para la empresa.