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Entrevistado por el periodista John Arandia, el general Tomas Peña y Lillo, presidente del servicio pasivo de las Fuerzas Armadas, dio a conocer algunos datos de la reunión que el excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, tuvo el pasado miércoles 26 de junio en el Cuartel Genetal de Miraflores y dijo que el movimiento militar que hubo era para tomar la plaza Murillo y que no era un golpe de Estado.
“Para mí, el objetivo era tomar la plaza Murillo, pero exactamente no sé para qué. No creo que haya habido un intento de golpe de estado”, declaró en una parte de la entrevista.
Peña y Lillo se declaró en la clandestinidad y desde esa condición fue entrevistado por el periodista Arandia, a quien admitió que participó en una reunión convocada por el general Zuñiga en el despacho de comandante del Ejército, el anterior miércoles, cuando éste dijo que irían a la plaza Murillo “para defender la democracia y las Fuerzas Armadas”.
“En cuanto nos reunimos, (Zúñiga) dijo hemos decidido ir a la plaza murillo para defender la democracia y para defender a las Fuerzas Armadas. (…) Le preguntamos en qué lo podemos servir, y él nos dijo que necesita apoyo institucional, le dijimos que sí podíamos darle, pero no sabíamos cuál era el objetivo”, dijo el miltar en servicio pasivo.
El exjefe militar expresó su rechazo por el trato que recibieron los detenidos tras los hechos del 26 de junio. Dijo que no hay un debido proceso, que los uniformados debían ser sometidos a la jurisdicción militar y que, por el contrario, fueron detenidos por la Policía, la que les puso el chaleco de aprehendidos.
Peña y Lillo contó que desde el Estado Mayor de Miraflores fueron movilizados dos batallones y dijo que con ese número de militares movilizados no se hace un golpe de Estado y que por eso le restó importancia al reparo del coronel Calderón (del servicio pasivo) quien preguntó si no es un golpe de estado.
“Yo le dije (a Calderón) que eso imposible, porque un golpe de estado no se hace con dos batallones. (…) Creíamos que se trataba de una reunión con el Presidente (Luis Arce), de quien es su amigo. En ningún momento se nos pasó en forma seria de que serían un golpe de estado”, agregó el militar desde la clandestinidad.
Otro elemento dado por Peña y Lillo es que el movimiento de tropas hacia la plaza Murillo lo hizo con el fin de defender su cargo, porque la versión de su relevo circuló extensamente desde el lunes 24 de junio, luego de las palabras que dio Zúñiga sobre el probable retorno de Evo Morales como candidato a la Presidencia del Estado.
Me daba la impresión de que se trataba de defender su cargo de comandante, porque el día anterior se comentaba su destitución, sobre su relevo
“Ellos (Zúñiga y Luis Arce) son los que saben porque todo el mundo sabía que Zúñiga era amigo del Presidente. (…) Difícilmente podíamos pensar que iba a ser algo, que Zúñiga hacía algo en contra del Presidente”, dijo Peña y Lillo.
Bajo ese mismo concepto, el militar en retiro llamó la atención sobre la movilización de blindados y dijo que era necesaria una autorización para dicho desplazamiento.
“Es extraño que haya permiso para bajar las blindados y que nadie diga nada”, dijo y luego volvió a referirse al número de las tanquetas no da para presionar militarmente. “Tal vez era para expresar que estamos aquí para apoyar (al general Zúñiga)”, afirmó.