Vía Opinión Bolivia
Desde Cochabamba, unidos y fortalecidos porque la falta de diésel es una realidad común, el sector del Transporte ratificó la concreción del paro de 24 horas de transporte previsto para el 1 de agosto, en todo el país y convocado por la Confederación de Choferes.
Tome nota, puesto que, este jueves, los choferes del transporte urbano, intermunicipal, interdepartamental e internacional de Bolivia dejarán de brindar el servicio por 24 horas. La medida de presión, en demanda del abastecimiento de diésel, estará acompañada de bloqueos.
“Ratificar que el día jueves se llevará un paro en todo el país, un paro que lo hemos denominado movilizado con bloqueos (…) Pedirles a los cochabambinos que puedan entender. A los padres de familia, a las autoridades (decirles) que esta medida va en la dirección de exigir al Gobierno que el abastecimiento del diésel se normalice”, señaló el dirigente del transporte federado de la Llajta, José Orellana.
Desde la Confederación de Taxis, el representante de la Asociación de Radio móviles de Cochabamba, (ARAMCO), Mauricio Leoni, ratificó que el sector se sumará a la medida de presión. “Vamos a instruir el repliegue de unidades vehiculares y si es necesario vamos a estar en los puntos de bloqueo”, anunció.
FILAS INTERMINABLES
Molestos por la situación a la que denominan “insostenible”, la dirigencia del Transporte denunció, que realizan filas de hasta tres días para conseguir el combustible. Esta larga espera es acompañada de bloqueos esporádicos en diferentes puntos de la ciudad.
A ello se suma que el transporte urbano de la Llajta solo sale a trabajar dos veces por semana reportando una baja del 70% en el servicio; y, para rematar, las pérdidas económicas del transporte pesado “son invaluables”, denunció el sector.
Por su parte, el presidente de la Central Transporte Pesado, Juan Quispe, apuntó al Gobierno por la situación que atraviesa el país. Tras ello, expresó la “preocupación, desesperación y decepción” que el sector atraviesa.
Orellana se vio pesimista y proyectó que la situación “pareciera que tiende a agravarse”, razón por la cual instó al Gobierno y a la Asamblea, a buscar una “luz en el camino”.
REUNIÓN EN LA PAZ
A pesar de la reunión prevista para este martes por la mañana entre el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, y la dirigencia nacional del Transporte, liderada por Lucio Gómez en la ciudad de La Paz para abordar la problemática, Orellana indicó que “creen muy difícil” revertir la medida de presión.
“¿Qué podría hacer que la medida se levante? Que el Gobierno diga en este momento que se resuelve el desabastecimiento del diésel y que tienen una propuesta”, señaló.
En la misma línea de Orellana, Quispe “duda” que la medida se levante. “Estamos molestos como transportistas”, enfatizó, tras recordar que el Transporte no solo demanda el abastecimiento de diésel, también soluciones a la escasez del dólar junto a otras nueve demandas.
SUBVENCIÓN
En medio de esta crisis por diésel, Quispe abrió un tema de debate: la subvención. “Podría ser”, señaló a tiempo de asegurar que el transporte no goza de muchos beneficios por esta medida.
“Nosotros siempre lo hemos dicho, desde el Ejecutivo, desde la Federación lo hemos mencionado, si tienen que hacerlo, tienen que levantar la subvención, que lo hagan. Porque si es para mejorar la economía, deberían de hacerlos. Por nosotros no hay ningún problema”, aseveró.
BLOQUEO EN LA VILLAZÓN
Mientras la dirigencia local del transporte ratificaba la extrema medida de presión en la Llajta, choferes instalaron bloqueos en la avenida Villazón, ruta que une Cochabamba con el oriente del país.