Fuente POR|
A propósito del cooperativismo minero
En defensa de la minería estatal, contra las empresas que depredan nuestras selvas y saquean nuestro oro con la complicidad de los cooperativistas auríferos.
¡Estatización y monopolio estatal en la comercialización del oro!
Marx señalaba: “Nosotros reconocemos el movimiento cooperativo como una de las fuerzas transformadoras de la sociedad actual, fundada sobre el antagonismo de las clases. Su gran mérito consiste en mostrar en la práctica que el sistema actual de subordinación del trabajo al capital, despótico y pauperizante, puede ser suplantado por el sistema republicano de la asociación de productores libres e iguales”.
Pero, añade que “el movimiento cooperativo limitado a las formas minúsculas nacidas de los esfuerzos individuales de los esclavos asalariados es impotente para transformar por sí mismo la sociedad capitalista. Para convertir la producción social en un amplio y armonioso sistema de trabajo cooperativo son indispensables cambios generales. Estos cambios nunca se realizarán sin el empleo de las fuerzas organizadas de la sociedad. Por consiguiente, el poder gubernamental arrancado de las manos de los capitalistas y de los hacendados, debe ser tomado por las mismas clases obreras. [Marx, "Instrucción sobre diversos problemas a los delegados del Consejo Central Provisional."]
El cooperativismo minero “apareció en Bolivia como una forma de respuesta a la creciente desocupación y la necesidad que tuvo COMIBOL de disminuir sus costos en base de la explotación del trabajo de elementos organizados marginalmente a la empresa. Acaso las primeras en aparecer fueron las cooperativas auríferas, organizadas para explotar los yacimientos de la ex-empresa Aramayo en Tipuani.”[G. Lora, Diccionario Político]
A la advertencia de Marx habrá que añadir que en el marco del capitalismo, el cooperatismo degenera perdiendo lo que podía tener de trabajo colectivo solidario, se manifiesta la profunda degradación del hombre en la mezquindad individualista del capitalismo. En nuestro caso, la coyuntura de los altos precios del oro ha despertado la angurria de riqueza individual en los cooperativistas convertidos en explotadores y agentes de empresas privadas extranjeras -aparte de los socios cooperativistas existe una cantidad mayor de subcontratados eventuales explotados sin derechos sociales ni laborales-, además, asociadas a las cooperativas auríferas operan empresas chinas, colombianas, brasileras que saquean el oro en gran escala de forma desordenada y brutal depredando el medio ambiente.
Las cooperativas auríferas han exportado al año por un valor de unos 3.000 millones de dólares dejando al país, por regalías, apenas 70 millones. El costo para el Estado por la subvención del diesel para las cooperativas del oro se estima en 500 millones de dólares al año. Y no están dispuestas a ceder en nada sus privilegios. A la sola insinuación por parte de JUBILEO de levantar la subvención a los carburantes para este sector, han respondido con un categórico rechazo.
El cooperativismo minero se ha constituido en una poderosa fuerza social y económica reaccionaria y el gobierno del MAS, tanto el de Evo como el de Arce se subordinan a sus intereses a cambio de apoyo político.
Por eso el nuevo ministro de minería es el cooperativista Alejandro Santos Laura.