Fuente Opinión|
Marcelo Troncoso, vecino de Lomas de Santa Bárbara, en Takoloma, estima que las casas en la zona más afectada deslizan un centÃmetro cada dÃa. Ayer, él, pala en mano, rellenaba los huecos que aparecieron en el terreno de ingreso a su vivienda.
Lomas de Santa Bárbara está al lado del barrio Libertad y a poco de la zona Japón, en Takoloma, al sur de la ciudad de Cochabamba. AhÃ, existe una falla geológica que se manifestó en 2023 y que, en los meses recientes, se acentuó, provocando la caÃda de construcciones, rajaduras y más.
Desde hace pocos dÃas, una de las calles, por donde transitaban hace un mes vehÃculos motorizados, incluidos los carros cisterna que abastecen a los vecinos de agua para el consumo humano, está cerrada. El asfalto va despareciendo, se hunde y es imposible transitar incluso en motocicleta; hay quienes se dan modos con cierto riesgo. Otros pasan en bicicletas, incluidos los niños del barrio.
El asfalto que hace pocas semanas solamente tenÃa grietas, ayer tenÃa buena parte de su plataforma hundida y otra cubierta por la tierra que fue cediendo a la plataforma.
Marcelo Troncoso, vecino de Lomas de Santa Bárbara, en Takoloma, estima que las casas en la zona más afectada deslizan un centÃmetro cada dÃa. Ayer, él, pala en mano, rellenaba los huecos que aparecieron en el terreno de ingreso a su vivienda.
Lomas de Santa Bárbara está al lado del barrio Libertad y a poco de la zona Japón, en Takoloma, al sur de la ciudad de Cochabamba. AhÃ, existe una falla geológica que se manifestó en 2023 y que, en los meses recientes, se acentuó, provocando la caÃda de construcciones, rajaduras y más.
Desde hace pocos dÃas, una de las calles, por donde transitaban hace un mes vehÃculos motorizados, incluidos los carros cisterna que abastecen a los vecinos de agua para el consumo humano, está cerrada. El asfalto va despareciendo, se hunde y es imposible transitar incluso en motocicleta; hay quienes se dan modos con cierto riesgo. Otros pasan en bicicletas, incluidos los niños del barrio.
El asfalto que hace pocas semanas solamente tenÃa grietas, ayer tenÃa buena parte de su plataforma hundida y otra cubierta por la tierra que fue cediendo a la plataforma.
Alertan que falla geológica aún avanza lentamente en Takoloma
Hay casas donde, también en estas semanas, desaparecieron paredes y puertas.
Estos dÃas, con las lluvias persistentes, aparecieron más huecos.
Marcela, desde hace dÃas adquirió una rutina, para rellenar las grietas. Lo hace cada que aparecen huecos de alrededor de 10 centÃmetros.
“Tenemos miedo de que siga avanzando hacia adentro, porque parece que está jalando hacia abajo”.
En su casa viven cinco personas. En la construcción no tienen rajaduras, pero aparecieron algunos huecos en el suelo.
“Hay temor, porque avanza. Antes, estaba todo bien, estaba sanito. Pero, han empezado a aparecer grietas delgaditas”.
Él ve difÃcil dejar su vivienda y trasladarse con su familia.
“Es nuestra casa propia. Mi papá se ha comprado hace 20 años”.
Juan Ortega es uno de sus vecinos.
“No tenemos transporte. No tenemos agua”, se quejó por el cierre de la calle asfaltada que antes tenÃan.
Siente que escuchar que “desalojen”, no es tan fácil de cumplir, porque no tienen dónde irse.
En su casa, las grietas aparecieron recién, aunque aseguró que “hay que tener paciencia”, porque “esto va a parar”.
Entre los vecinos, ayer veÃan la forma de acomodar cunetas. Invirtieron en agregados.
Debido a la imposibilidad de ingreso de los carros cisterna, los pobladores del lugar, empezaron a acumular agua de lluvia para su consumo.
Ortega, como varios de sus vecinos, enfatizó que habita la zona hace más de 20 años.
“Desde el inicio, vivo aquÃ. Los papeles los hemos terminado recién, el año pasado, y mire lo que está pasando”.
Sus vecinos de al lado de su casa se fueron. AhÃ, hace un mes, todavÃa atendÃan en una tienda de barrio. Ayer, la casa estaba vacÃa, con los muros caÃdos expuestos, sin puertas ni paredes exteriores.
Algunas casas parecen intactas, pero cedieron enteras en los terrenos como si recorrieron hacia abajo, como cajas de cartón.
Otras casas afectadas continúan con habitantes que desafÃan al peligro pasando las noches ahÃ, también porque no ven posible ir a otro lugar.