Fuente: Los Tiempos
A sus 14 años, Lidia estudia por las mañanas, trabaja por las tardes y hace sus tareas por las noches. Ella es parte de los más de 100 mil niños, niñas y adolescentes que trabajan en Cochabamba para aportar a sus familias, según un reporte de la Defensoría del Pueblo.
“La economía de mi familia no es muy estable”, contó Lidia al explicar que decidió trabajar y estudiar para ayudar en casa. Por ello, después de clases se va al mercado, donde ayuda a vender y puede ganar unos 30 bolivianos, de 14:00 a 19:00.
“Empecé a trabajar más que todo por mi familia, para traer algo a mi casa”, remarcó. Explicó que una de las dificultades del trabajo es el desconocimiento de este aporte.
“Lo más importante es el respeto, ya que algunos de los niños y jóvenes que trabajan sufren burlas cuando están tratando de llevar algo a sus casas, pero también hay gente que los apoya”, declaró.
A pesar de los avances en la legislación, como la Ley 548 del Código Niño, Niña y Adolescente, que considera apta a una persona para estar activa laboralmente a partir de los 14 años, la realidad es distinta y se puede ver a niños trabajando en las calles en diversos oficios, como vender dulces o limpiar parabrisas.
Derechos
La delegada de la Defensoría del Pueblo de Cochabamba, Marioly Álvarez, dijo, con motivo del Día de la Dignidad de las Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores, el 9 de diciembre, que esta población está luchando por sus derechos a la educación y a la familia.
“Por eso, es importante que sigamos sumando esfuerzos, más allá de conmemorar el Día de la Dignidad, desde la Defensoría del Pueblo vamos a seguir trabajando para que esta niñez y adolescentes que son el presente tenga un futuro y no se les limite por un tema económico el acceso a muchos niveles como es la salud y la educación”, reflexionó.
Dijo que niños y adolescentes se ven determinados a salir a trabajar por la situación económica de sus familias. Al ser una población vulnerable, lo principal “es no permitir círculos de violencia, de explotación, de trata y tráfico de personas”.
En 2023, se rescató a una niña de 10 años que vendía dulces en la calle en El Alto y fue captada por una red de trata que la sometió a explotación sexual. “La niña escapó a Cochabamba con la ayuda de una tía, pero, como vemos, ésta era una niña que vendía y en ese contexto cae en una red de violencia”, lamentó.
Cifras
Los niños y adolescentes trabajan lavando autos, en los mercados, en los cementerios, lustrando zapatos y vendiendo dulces.
Cochabamba es el tercer departamento con más niños y adolescentes trabajadores, 110 mil, después de La Paz y Santa Cruz con 237 mil y 147 mil, respectivamente. (Vea la infografía).
La organización de los Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores (NNAT) de Cochabamba pidió en un pronunciamiento que todos los municipios declaren el 9 de diciembre como el Día de la Dignidad de estos trabajadores.