Fuente: Partido Obrero Revolucionario (POR)
LOS BLOQUEOS DE CAMINOS DEL CHAPARE Y VINTO FRACASAN AL CHOCAR CON LOS POBLADORES
La impotencia para movilizar le obliga a Morales cambiar de táctica: la consigna que maneja es “de los caminos y calles a los estrados judiciales”.
Primero surgió el bloqueo en la carretera que une Cochabamba con Santa Cruz en el Trópico cochabambino, unos días después se instaló otro bloqueo en la carretera que une Cochabamba con el Occidente, a la altura de Vinto, ambos protagonizados por los transportistas. El objetivo era el mismo, el mal estado de los caminos y la falta de mantenimiento por parte de los gobiernos central y departamental. A las pocas horas de instalado el bloqueo de Vinto, se conoce el pronunciamiento de la Federación de Transportistas de Cochabamba convocando al bloqueo general de avenidas, calles y las salidas tanto al Valle Bajo, al Valle Alto y al Valle Central.
Todo parece un plan cuidadosamente preparado por el evismo para cercar y entorpecer las acciones del gobierno de Arce Catacora; sin embargo, éste no toma ninguna acción punitiva contra los bloqueadores y espera pacientemente que se desgasten al chocar con la gente que, en esta época de las fiestas de fin año, está esperanzada en realizar algunas actividades que le permita ingresos adicionales a su miserable economía familiar.
Se siente mucho malestar en las grandes poblaciones civiles del Trópico que, básicamente, viven del comercio; lo mismo ocurre con la gente de la capital y de las ciudades intermedias como Quillacollo y Sacaba que tiene necesidad de trasladarse tanto al Oriente como al Occidente. Los primeros en retroceder son los transportistas del Trópico, a las pocas horas se desmorona el bloqueo de Vinto y la convocatoria del transporte urbano ni siquiera llega a instalarse según cómo la habían planificado los dirigentes del sector.
Las maniobras politiqueras de los evistas, de los
arcistas y de la vieja derecha que se realizan en los escenarios del Parlamento, en las calles y caminos chocan con las necesidades de la gente que está preocupada por sobrevivir de los golpes de la crisis económica.
Lo particular del actual momento político es que la politiquería burguesa es ajena a los intereses materiales de los explotados y oprimidos y, hagan lo que hagan los payasos del circo, provoca la repulsa de la gente. Así se expresa el total agotamiento de la politiquería del Estado burgués y de los partidos que son sus expresiones políticas.
Evo Morales, después del fracaso de sus bloqueos, al sentirse impotente y aislado, apoyado en el fallo de la Sala Constitucional de Ivirgarzama que deja sin efecto la Resolución 53/2023 del Tribunal Supremo Electoral que declara improcedente el Recurso Extraordinario de Revisión sobre el Congreso del MAS de Lauca Ñ, anuncia un cambio de rumbo en las tácticas de lucha contra el gobierno de Arce. Proclama que hay que cambiar el escenario de la batalla; hay que dejar las calles y los caminos para enfrentar una dura lucha legal. La citada resolución de la Sala Constitucional de Ivirgarzama despierta desmesuradas esperanzas en el ambicioso líder cocalero y pretende hacer creer a sus parciales y al país que, de hoy en adelante, está allanado el terreno judicial para imponerse a las maniobras de Lucho y su camarilla.
Morales olvida que su contendiente tiene la sarten por el mango, por algo controla el aparato del Estado y, por tanto, puede imponer su voluntad a los jueces. No olvidar que, en Bolivia, el dueño del “Órgano Ejecutivo” es el que subordina a su voluntad despótica a todos los otros poderes del Estado.