Desde Cochabamba
LA COD SUSPENDE, POR SEGUNDA VEZ, PARO MOVILIZADO QUE FUE APROBADO EN UN AMPLIADO
El partido revolucionario debe redoblar esfuerzos para establecer contactos con los sectores de vanguardia del proletariado y, a través de ellos, intensificar la explicación de la necesidad de ejercer la independencia política de todas las organizaciones sindicales del país.
La primera vez que se suspendió fue cuando coincidió con el congreso evista del MAS en Lauca Ñ, al que concurrieron algunos dirigentes de conocida filiación masista; ahora, esta medida que debía realizarse el lunes 16 de octubre, vuelve a suspenderse porque algunos sectores, como los constructores, han pedido permiso argumentando su participación en el cabildo arcista en la ciudad de El Alto de La Paz y otros, como los fabriles, han decidido no acatar el paro argumentado que es mejor que la matriz departamental se abstenga de hacer esta movilización para evitar que sea interpretada como parte de los actos políticos del MAS, de uno y otro sector. En los fabriles, por la decisión tomada de no acatar el paro y la justificación que argumentan, se percibe un sentimiento de fastidio con la lucha intermasista, la necesidad de diferenciarse de ambos bandos y desconfianza en la conducta política del actual Comité Ejecutivo de la matriz departamental.
Las maniobras de los dirigentes sindicales identificados con los diferentes sectores del MAS fracturado, no comprometen a sus bases que se sienten ajenas a los vaivenes y la guerra sucia de la politiquería decadente, ellas están más preocupadas por resolver sus graves problemas de subsistencia agravadas por la crisis económica. En los últimos días, en el Valle cochabambino, los precios de los artículos de consumo, sobre todo de los tubérculos, las verduras y legumbres de producción local, se están disparando por los efectos de la sequía que está quemando los sembradíos que no tienen agua de riego y porque los acuíferos se están secando peligrosamente.
La indiferencia y el hastío que sienten los amplios sectores de cuentapropistas frente a los escándalos de los politiqueros, si bien son síntomas de gérmenes de alguna forma de política independente, pero sería un error concluir que éstos -por sí solos- pueden terminar desarrollando una política independiente diferente a las expresiones políticas de la clase dominante, del Estado burgués o del proletariado; extremo imposible por su condición de clase media pequeña propietaria que, por estar aferrada a la propiedad privada, es más propensa -en condiciones normales- a desarrollar una política burguesa; sólo en condiciones de gran radicalización y cuando el Estado muestra total incapacidad para resolver sus problemas, puede marchar detrás de la política proletaria. Para la efectivización de la política independiente de estos sectores oprimidos falta la pieza clave, la presencia del proletariado enarbolando su propia política revolucionaria, como la única respuesta a los problemas de todos los demás oprimidos del país; sólo en estas condiciones puede transformarse en la efectiva dirección política de la nación oprimida.
El proletariado fabril del Valle y algunos sectores mineros, como los de Colquiri, parece que estuvieran recorriendo los inicios del proceso de la conquista de su independencia política y parece que la ruptura del MAS estuviera acelerando -de alguna manera- este proceso. Pueden darse saltos en la conciencia de los explotados cuando las condiciones objetivas del agravamiento de las condiciones de vida y de trabajo aparezcan como un muro insalvable y que deteriore mucho más las actuales dificultades con las que tropieza la clase y que ya se tornan insoportables.
En esas condiciones y en medio del gran malestar social reinante en la gran mayoría de la clase media empobrecida, se abren las posibilidades de una salida revolucionaria al actual descalabro del Estado burgués y de sus expresiones políticas.
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