El departamento de Beni ha sido el más afectado por los incendios forestales que se han registrado en Bolivia durante el mes de octubre. Según la Gobernación del Beni, más de 1,5 millones de hectáreas de bosque han sido consumidas por el fuego, lo que representa un grave daño ambiental y social.
Ante esta situación, la Gobernación del Beni planteó suspender los chaqueos o quemas controladas por 10 años, como una medida para evitar más incendios y recuperar las áreas afectadas.
El gobernador José Alejandro Unzueta calificó la situación como un "infierno en vida" y pidió la colaboración de todos los sectores para enfrentar esta emergencia.